En el penúltimo día de la campaña electoral,
Gerardo Gaudiano Rovirosa dice que lo que más le ha satisfecho de este “maratón casa por casa” es apreciar el entusiasmo
juvenil.
--Lo que más duele es
confirmar el estrago del desempleo –comenta en la calle Tabasco de la colonia Reforma--. Por eso asumo el
compromiso de impulsar la creación de empleos. --¡Esperamos que lo
cumpla! –le dice don Pedro.--Cumpliré y recuperaremos la confianza –asegura el candidato a la alcaldía de Centro--. Habrá que trabajar mucho,
pero cumpliré
En la mañana nublada, Gerardo Gaudiano Rovirosa entreteje enseñanzas de Andrés Manuel López Obrador y
recuerdos de su abuelo Leandro Rovirosa Wade. --Son mis dos referentes en la
política, además de Benito Juárez y Francisco J.
Mújica –platica--. Me gusta
la música de marimba, al
igual que a mi abuelo que tarareaba Las Blancas Mariposas, también el rock y la música de los años ochenta.
A un grupo de jóvenes les dice que
es bueno leer poesía. Busquen el poema
No desistas, del escritor británico Rudyard
Kipling. --Lucha, pues por más que tengas / en la brega que sufrir, /
cuando todo esté peor, / más debemos insistir –les recita.
Con su pantalón de mezclilla,
camisa blanca y tenis sube escaleras, trota, cuando la distancia entre
viviendas lo amerita, parece incansable. --Me interesé por la política desde que
estaba en la preparatoria y a los 17 años formé un grupo de compañeros para apoyar a
Andrés Manuel cuando
obtuvo la jefatura de Gobierno del Distrito Federal –le dice a la
maestra Ana Laura.
--¿Y cómo está su familia –pregunta la
maestra. --Bien, en armonía, con mi papá y mis hermanos:
Cristóbal, Pachela y Aidé. --¡Cuente con el voto!
–le dice Ana Laura. --¡Cumpliré! –se compromete
Gerardo Gaudiano que sigue su maratón proselitista sobre las alcantarillas y la pendiente para salir a la Avenida Mina.
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